por María Josefina Arce
América Latina vuelve a cerrar filas ante los intentos de la oligarquía de desestabilizar a los gobiernos que la región trabajan por el bienestar de los pueblos. Ahora el plan se puso en marcha en Ecuador, escenario en los últimos días de protestas violentas contra el gobierno del presidente Rafael Correa.
Enmascaradas tras el rechazo a las leyes de Herencia y de Ganancia Extraordinaria, presentadas por Correa ante el Parlamento, las manifestaciones buscan crear descontento en la población y propiciar un golpe de estado como la fallida intentona de 2010.
Autoridades del área y mecanismos integracionistas han condenado estos ataques desestabilizadores contra el constitucional presidente Correa, que en las últimas horas dio nuevamente muestra de responsabilidad y del compromiso que tiene con preservar la paz en la nación andina.
El primer mandatario ecuatoriano para mantener la estabilidad en todo el territorio nacional retiró temporalmente las propuestas de leyes, que buscan evitar la evasión fiscal, así como propiciar el pago de impuestos por ganancias extraordinarias para destinar estos recursos a programas sociales y becas de estudio.
Pero la derecha desestimó el gesto de buena voluntad de Correa y ha continuado incitando a la violencia, en un intento por confundir y lograr su propósito que es solo uno: retornar al poder.
Ernesto Samper, secretario general de UNASUR, Unión de Naciones Suramericanas, se opuso firmemente a esos intentos antidemocráticos de unos pocos, deseosos de volver a un pasado para llenar sus bolsillos, mientras el pueblo es nuevamente olvidado y marginado.
Cuba por su parte, denunció que grupos oligárquicos, apoyados en medios de comunicación, las redes sociales de Internet y la gran prensa transnacional, pretenden desacreditar al Gobierno legítimamente constituido, generar una crisis y desatar la violencia en un país estable y pacífico.
En una declaración, Cuba expresó su firme e irrestricta solidaridad y apoyo al pueblo ecuatoriano ante unos hechos que, enfatiza, parecen repetir el mismo guión de desestabilización aplicado contra otros gobiernos progresistas de la región.
Recordemos los incidentes violentos del pasado año en Venezuela que dejaron más de 40 muertos y que fueron instigados por una derecha, alentada y apoyada por Estados Unidos.
Precisamente el jefe de estado venezolano, Nicolás Maduro, alertó de que en Ecuador está en marcha un proceso de desestabilización de siembra de odio, de búsqueda de violencia para tratar de desestabilizar al gobierno y derrocar al presidente Correa.
El plan golpista está como siempre sustentado en mentiras. Correa ha dejado bien claro que las dos propuestas de leyes no afectan al pueblo, a los más humildes, ni a la clase media.
Lo cierto es que el pueblo ecuatoriano ha salido a las calles para apoyar al actual gobierno, pues no olvida la larga historia de fracasos políticos y administrativos en Ecuador antes de 2007, año en que asumió Correa el poder y comenzó la transformación del país para el bien de todos.
tomado de Radio Habana Cuba
El Blog de Patricio 
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Si es cierto, el pueblo y las instituciones funcionan en el ecuador rebelde. Pero no es menos cierto que el imperio y la oligarquía nacional no tienen ningún escrúpulo para hacer lo que haya que hacer para parar el camino de la liberación de Latino América y al igual que e libia o Irak estén dispuestos a arrasar con todo lo que se les oponga. Por ahora la guerra es mediática. Se trata de manipular el frente de batalla, la mente, la conciencia del pueblo Ecuatoriano que va en franca liberación ideológica de la cultura opresiva y babosa que hacía brindis a los poderosos internos y externos. Tiene un líder que lo tiene claro y con los cojones puestos, que no se las esta poniendo fácil. Ayer escuche a una pija que fue a la Copa América y me di cuenta que el peligro es grande y que están dispuesto a hacer cualquier barbaridad para parara la auto determinación y una democracia del pueblo, para el pueblo y para el pueblo, desde luego esto no solo va para ecuador, aun liberándose, si no para que no cunda el ejemplo. Quieren una nueva revolución conservadores al estilo africano.
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